sábado, 28 de enero de 2017

Fraude científico

A finales del 2011 se destapó un gran fraude de manos de un psicólogo social holandés muy conocido. Diederik Stapel publicó en la revista Science un artículo cuyo procedimiento, datos y conclusiones eran totalmente falsos (concretamente, inventados). A raíz del destape de este engaño, se vió como muchas otras publicaciones del mismo autor eran fraudulentas de diversas maneras, pero principalmente eran fruto de su imaginación. Por lo menos, 30 de sus trabajos son falsos.

El psicólogo, si bien fue el principal perjudicado, no fue el único. En este caso, la revista Science también salió escaldada. En principio, este trabajo había pasado por todos los controles pertinentes que aseguraban su veracidad. Aunque no se sabe su responsabilidad a nivel penal, al menos a nivel moral y de prestigio debería haber tenido ciertas consecuencias para la revista.

Según expresa Diederik Stapel, el engaño que llevó a cabo durante años fue fruto de la presión y de la ambición por publicar cuanto más mejor. También, hace referencia a que no se encuentra bien y que necesita tratamiento especializado. Estas son sus declaraciones personales y por ello debemos tomarlas como tal. De cualquiera de las maneras, sería necesario analizar varios puntos de este caso.

Por un lado, la facilidad para publicar investigaciones falsas y aún más: para mantener, durante años, una fachada de científico prestigioso respaldada tanto por revistas científicas reconocidas, como por todos sus compañeros (y su universidad). Si lo que realmente queremos es mejorar estas situaciones y hacer de la ciencia lo que decimos que es: un conocimiento veraz; debemos mirar más allá de la culpabilización personal. De aquí, se deriva una responsabilidad compartida, no sólo fue él el que llevó a cabo un fraude, sino que su entorno se lo permitió. Como en algunas de las lecturas se explica, los científicos somos humanos y la posibilidad de fraudes existe como en todas las áreas de la vida. Puesto que no podemos cambiar la esencia del ser humano, deberemos reforzar y analizar las circunstancias en las que este fraude se produce para ver porqué tardó tanto en destaparse. El objetivo sería entonces reducir al máximo el tiempo desde que un científico realiza un fraude hasta que se le paran los pies.

Otro aspecto que me parece importante destacar y del que hemos hablado tanto en las sesiones presenciales como en las lecturas recomendadas, es la presión por publicar. No se trata de una escusa, se trata de entender la realidad y cuáles han sido las distintas piezas que la han conformado para que finalmente tenga este resultado. Existe una gran presión por tener el máximo número de publicaciones. De no ser así, primero, no tienes prestigio y segundo, te puedes quedar sin trabajo. En la sociedad científica esto provoca (al menos en parte) desde la fragmentación de las investigaciones para obtener el máximo número de artículos de un mismo estudio hasta fraudes como el de Diederik Stapel.

En principio, este es el análisis que se puede hacer de este caso sin más información que la de la prensa. Si quisiéramos comprender todos los factores que llevaron a este hombre a cometer un fraude tan brutal habría que un análisis mucho más minucioso y con toda la información posible.

A continuación, dejo el enlace de la noticia:

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2011/11/03/actualidad/1320274813_850215.html




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