lunes, 19 de diciembre de 2016

Comunicación no formal

Escojo estas dos preguntas, quería responder la número 2 pero debe haber algún problema hoy con la página de la UPNA y no me deja acceder al vídeo de Miguel Durán. Tampoco al artículo de Nature.

1.- ¿Hay redes sociales específicas de científicos? ¿Tienes perfil en ellas? ¿Por qué?

Si, efectivamente las redes sociales específicas de científicos existen. Más aún, tengo un perfil en una de ellas (ResearchGate) desde hace algo así como un año y pico. Lo hice a raíz de mi primer trabajo como colaboradora de investigación en la Universidad de Salamanca. Mis compañeros me comentaron la existencia de esta red social, y sus ventajas. Puedes dar a conocer tu trabajo entre la comunidad científica y conocer el de otros de tu campo. Y me dije, ¿por qué no? Eso sí, no es una red social de divulgación como Twitter, ya que, a pesar de que todo el mundo se puede crear un perfil, está dirigida a científicos.  Desgraciadamente, lo he tenido (y tengo) bastante abandonado. Aunque quizás más debido a la falta de trabajos para compartir. Pretendo ahora, de cara al desarrollo de mi tesis, volver a ponerme a ello.

4.- Tras mantener el blog de la asignatura y a la visa de la información de este tema ¿crees que te sería muy costoso mantener un blog sobre los avances de tu tesis?

No creo que sea muy costoso, y sin duda se obtienen muchos beneficios. Creo que lo más costoso tomar conciencia de que el blog existe y de que hay que llevarlo “al día”. En resumen, tenerlo en cuenta en las tareas diarias como una más. Ahora mismo veo complicado el mantenerlo (y hacerlo bien), pero para un futuro no lo descarto, de hecho me parece una muy buena herramienta.



Hasta pronto!

sábado, 10 de diciembre de 2016

Referencias

El artículo elegido tiene 44 referencias en total.

En la primera página hay 20 referencias, en la segunda hay 24  (17 nuevas), en la quinta hay 13 referencias (3 nuevas). En la tercera, cuarta , sexta y séptima hoja no hay ninguna.

Las referencias de la primera y de la segunda página tienen el propósito de hacer una visión rápida de la literatura del momento en lo referente al tema. Las siguientes de la segunda página, ubicadas en la metodología, son básicamente las necesarias para exponer el instrumento validado que se emplea para la evaluación de los pacientes. Las referencias de la quinta página, que forman parte de la discusión, hacen una comparación de los distintos resultados del estudio con otros de las investigaciones ya citadas en la introducción. Las tres referencias nuevas se dirigen a un aspecto de la investigación inesperado, así, comentan otros estudios con resultados similares.

La mayoría de referencias se concentran en la introducción y en la discusión, siendo en gran medida las mismas.

martes, 6 de diciembre de 2016

Artículos y Peer Review

Artículos y sus características. Aspectos llamativos.

Un aspecto que me ha llamado la atención es la exigencia por parte de los editores la hora de publicar trabajos derivado, principalmente, del aumento de la cantidad de artículos que se presentaban a las revistas tras la segunda guerra mundial. Parece curioso que el germen del peer review (del que hablaremos posteriormente) sea fruto del exceso de oferta y no de la búsqueda de calidad (aunque supongo que de eso también había un poco).
Además, me ha sorprendido que en algunas disciplinas las secciones de materiales y métodos se localicen al final del artículo.
De la tercera lectura destacaría el concepto de “más es menos”. Nos encontramos en la supuesta era de la información, en la que todo lo tienes al alcance de un par de clics, y parece que eso debería facilitar la divulgación del conocimiento. En realidad, ha aumentado tanto la cantidad de información que nos vemos necesitados de sistemas como los metabuscadores o bases de datos organizadas con multitud de filtros para poder encuadrar aquello que realmente nos interesa. Sumado a la exhaustiva búsqueda necesaria, está la labor de lectura crítica que os lleva finalmente a la información de calidad.


Peer review.

Peer review o revisión por pares es el proceso por el cual se somete a valoración un artículo o propuesta de investigación. La evaluación se lleva a cabo por otros profesionales de reconocido prestigio que investigan o tienen un amplio bagaje en el ámbito del artículo en cuestión. El informe final puede ser positivo (admisión para su publicación en la revista o para otorgar la subvención), positivo con algunos apuntes de mejora o negativo (no admisión). De esta manera se pretende encontrar un equilibrio admitiendo el valor del conocimiento nuevo  y poniéndolo en consonancia con los ya establecidos en la ciencia.
Cuando se trata de la publicación de un artículo en una revista es el editor de la misma el que se encarga de buscar los evaluadores. En esto puede incurrir algún tipo de sesgo. Este mecanismo no es impecable y no está libre de críticas. También puede tener lugar el robo de ideas por parte de los evaluadores, así como que la valoración carezca de calidad alguna por intereses ocultos. Algunas técnicas para evitar esto son el anonimato del autor, aunque no siempre es posible. Mientras que el anonimato del autor no es una regla, el anonimato del evaluador sí. De esta manera se evitan venganzas por valoraciones negativas, pero también se da pie a algunos abusos ya mencionados. Otra manera de evitar conflictos de intereses, tanto para la publicación de un artículo como para la adjudicación de una subvención es aumentar lo máximo posible el número de evaluadores. Así se pretende diluir el efecto que pueda tener una valoración forzada. Junto a todo esto, en algunas revistas, la escasez de artículos enviados a revisión promueve que todo se publique, incluyendo muchos de mala calidad. Mientas que en otras, por saturación muchos artículos de alta calidad y que aportan conocimiento genuino se quedan fuera.
La revisión por pares es un proceso adecuado pero que debemos vigilar y cuidar, como si de una parte de nuestra investigación se tratara, para asegurar la validez de sus resultados.

viernes, 2 de diciembre de 2016

¿Qué es ciencia? ¿Y científico?

Si hubiera intentado responder esta pregunta antes de leer los textos recomendados, una bola deforme de pensamientos vagaría dando vueltas por mi cabeza rebotando en las paredes de mi cráneo. Una bola de pensamientos que para mí (pero solo para mí) tendría sentido y que sería francamente difícil traducir en palabras comprensibles para otro humano. Quizá me hubiera intentado ceñir al proceso investigador y a la generación de conocimientos científicos (valga la redundancia). Para mí, la ciencia sería todo aquello que concluimos en cada artículo, fruto de una investigación con una metodología robusta y fiable. Cada conclusión de cada artículo de cada disciplina, va conformando un conglomerado de conocimientos que para mí es ciencia. No solo eso, también haría referencia al proceso. Con esta reflexión, caigo en la cuenta de que sus definiciones, aunque solo sea en mi cabeza, son múltiples.

En cuanto a la palabra científico… ¿Me considero científica? Lo primero que se me viene a la cabeza es no. Aunque en realidad, si soy coherente con lo expuesto en el párrafo anterior acerca de lo que entiendo por ciencia, la respuesta debería ser sí. Sería así porque estoy desarrollando una tesis (=investigación con una metodología robusta y fiable) de la que obtendré unas conclusiones (=ciencia). Y por definición, aquel que hace ciencia es científico. Aunque esta sea la teoría, es una palabra que siempre viene como muy grande. Será porque desde pequeños la hemos identificado con los grandes científicos de la historia, y parece que si no eres Einstein no puedes hacerte llamar científico. Nada más lejos de la realidad.



Tras la lectura de los textos y visionado de los vídeos que se nos proponían, creo que me quedo con un mix de la aproximación vectorial para definir la ciencia de Joaquín Sevilla (2016):

 junto con la definición de Cesar Tomé (2016):

“Ciencia es la búsqueda sistemática del conocimiento cuya validez no depende de un individuo o época concretos y que está abierta a cualquiera que quiera comprobar sus hallazgos o reproducir sus experimentos; esta búsqueda se enmarca dentro de un escepticismo sistémico y organizado que parte de la base de que nuestro conocimiento se fundamenta en modelos y que toda hipótesis es falsa mientras no se demuestre (dentro de lo que el razonamiento confirmatorio puede) lo contrario.”


Teniendo en cuenta lo anterior, mi definición previa de ciencia queda excesivamente acotada a lo que yo he vivido en mi disciplina. Entiendo que la publicación de artículos no es el único proceso por el cual un descubrimiento se da a conocer al mundo científico, aunque sí quizá el más habitual para mí. Todo proceso repetible del cual se deduzcan hallazgos independientes del momento o personas que los realizaron es válido para la definición de ciencia.



Finalmente me gustaría resaltar algunas ideas que me han parecido de especial relevancia en los diferentes textos. La primera es la importancia de la educación para el desarrollo de una imaginación suficiente como aportar conocimientos a la ciencia. Y, no solo en cuanto a la imaginación, sino que también me parece muy relevante el papel de la educación cuando se trata de destacar y hacer ver la utilidad y necesidad de los avances científicos, así como la cercanía de los mismos. La ciencia se nos debería vender como algo cotidiano y no como algo lejano que solo ocurre en algunos laboratorios. Aquí también juega un papel muy importante la manera en la que comunicamos los resultados de nuestras investigaciones y como los hacemos llegar a la sociedad.

En segundo lugar me gustaría destacar la necesidad de que la ciencia se diferencie de todo aquello que no lo es, y de que defienda sus avances como lo que son. Como expone Manuel Alfonseca Moreno (1999), los principios fundamentales de la ciencia para su defensa son la honradez, la repetibilidad, la refutabilidad, la totalidad, la suficiencia y la lógica. Nada que no se ciña a estos principios podrá ser denominado ciencia, y nada que se deduzca de ello podrá ser denominado científico. 

jueves, 24 de noviembre de 2016

Comenzamos...

Mi nombre es Begoña Haro y este blog es el resultado de una actividad formativa del programa de doctorado de la Universidad Pública de Navarra, denominada "Aspectos básicos de la actividad investigadora" (ABAI). 

Actualmente, estoy cursando el programa de Doctorado de Ciencias de la Salud, en el Departamento de Psicología.