Artículos y sus
características. Aspectos llamativos.
Un aspecto que me ha llamado la
atención es la exigencia por parte de los editores la hora de publicar trabajos
derivado, principalmente, del aumento de la cantidad de artículos que se
presentaban a las revistas tras la segunda guerra mundial. Parece curioso que
el germen del peer review (del que hablaremos posteriormente) sea fruto del
exceso de oferta y no de la búsqueda de calidad (aunque supongo que de eso
también había un poco).
Además, me ha sorprendido que en
algunas disciplinas las secciones de materiales y métodos se localicen al final
del artículo.
De la tercera lectura destacaría
el concepto de “más es menos”. Nos encontramos en la supuesta era de la
información, en la que todo lo tienes al alcance de un par de clics, y parece
que eso debería facilitar la divulgación del conocimiento. En realidad, ha
aumentado tanto la cantidad de información que nos vemos necesitados de
sistemas como los metabuscadores o bases de datos organizadas con multitud de filtros
para poder encuadrar aquello que realmente nos interesa. Sumado a la exhaustiva
búsqueda necesaria, está la labor de lectura crítica que os lleva finalmente a la
información de calidad.
Peer review.
Peer review o revisión por pares
es el proceso por el cual se somete a valoración un artículo o propuesta de
investigación. La evaluación se lleva a cabo por otros profesionales de
reconocido prestigio que investigan o tienen un amplio bagaje en el ámbito del
artículo en cuestión. El informe final puede ser positivo (admisión para su
publicación en la revista o para otorgar la subvención), positivo con algunos
apuntes de mejora o negativo (no admisión). De esta manera se pretende
encontrar un equilibrio admitiendo el valor del conocimiento nuevo y poniéndolo en consonancia con los ya
establecidos en la ciencia.
Cuando se trata de la publicación
de un artículo en una revista es el editor de la misma el que se encarga de
buscar los evaluadores. En esto puede incurrir algún tipo de sesgo. Este
mecanismo no es impecable y no está libre de críticas. También puede tener
lugar el robo de ideas por parte de los evaluadores, así como que la valoración
carezca de calidad alguna por intereses ocultos. Algunas técnicas para evitar
esto son el anonimato del autor, aunque no siempre es posible. Mientras que el
anonimato del autor no es una regla, el anonimato del evaluador sí. De esta
manera se evitan venganzas por valoraciones negativas, pero también se da pie a
algunos abusos ya mencionados. Otra manera de evitar conflictos de intereses,
tanto para la publicación de un artículo como para la adjudicación de una
subvención es aumentar lo máximo posible el número de evaluadores. Así se pretende
diluir el efecto que pueda tener una valoración forzada. Junto a todo esto, en algunas revistas, la escasez
de artículos enviados a revisión promueve que todo se publique, incluyendo
muchos de mala calidad. Mientas que en otras, por saturación muchos artículos
de alta calidad y que aportan conocimiento genuino se quedan fuera.
La revisión por pares es un proceso adecuado pero que debemos vigilar y cuidar, como si de una parte de nuestra investigación se tratara, para asegurar la validez de sus resultados.
Si, hay que vigilar el funcionamiento del peer review. Todo el papel de las editoriales en el funcionamiento del sistema de ciencia es muy importante, y no siemrpe todo lo transparente y honesto que nos gustaría.
ResponderEliminarGracias por tu trabajo!